
¿Que es y para que sirve el veneno de abeja?
A lo largo de esta entrada vamos a ir explicando los beneficios de la apitoxina y sus utilidades
Apitoxina el veneno de la abeja
La apitoxina, es un producto segregado por las glándulas existentes en el aparato defensivo de las abejas.
Estas glandula, se componen de dos clases; las más importantes son las glándulas ácidas que vierten su secreción en la vesícula por medio de dos tubos largos y sinuosos terminados en un ensanchamiento redondeado, que son propiamente las glándulas del veneno.
La otra glándula es alcalina y tiene por base un tubo corto y grueso que desemboca en la base del aguijón de la abeja; su función no está bien estudiada, su vertido alcalino e independiente del ácido.
Las glándulas ácidas vierten su secreción en la vesícula de la abeja. En sus primeros cinco días la cantidad de veneno acumulado es mínima y va en aumento hasta llegar al máximo. A los dieciocho o veinte días dejan de segregar veneno, es la carga para toda su vida y cuando lo gastan no hay repuesto.
¿Cómo se obtiene el veneno de abeja?
La obtención del veneno de abejas de forma profesional y controlada, para distintos fines medicinales o en el campo de la cosmética, se hace con un dispositivo que consta de placa de cristal cubierta con una rejilla de alambre.
Este dispositivo se coloca horizontalmente en la piquera, que es la puerta de entrada y salida de la colmena para las abejas, y así cuando se posan las abejas sobre la rejilla para poder entrar en la colmena, reciben con intermitencia una leve descarga eléctrica, muy tenue pero suficiente como para excitarlas a picar, con la particularidad de que no pierden el aguijón pues pican encima del cristal alambrado. La acumulación de veneno en éste dispositivo, también excita a picar a las siguientes abejas que van llegando a la entrada de la colmena.
Al picar sobre el cristal, vienen a descargar un tercio del veneno almacenado en la vesícula.
Los tratamientos de obtención de veneno de abeja (apitoxina) con más rendimientos son de treinta minutos, y se tratan dos o tres veces al día con intervalos de una hora entre recolección y recolección; después, descanso durante una semana.
Ésta recolección, se suelen hacer en primavera, que es cuando más cantidad de abejas hay en la colonia y es mayor el tráfico de entrada y salida de éstos insectos en la colmena.
La distribución de espacio en el tiempo es susceptible de variar acorde con el tipo de abejas, época del año y modificación horaria del flujo de abejas pecoreadoras existentes en la colmena.
La cosecha puede variar entre 3,7 y 4,4 gramos en la temporada, que suele durar unos seis meses.
El veneno se recolecta en seco raspando la placa de vidrio. Durante el proceso de recolección es muy importante utilizar los medios adecuados de protección para las vías respiratorias, pues el veneno seco al rasparlo se convierte en un polvo muy fino, y al haber tal concentración de veneno en la placa, si se respirase por accidente, sería una dosis muy grande de apitoxina la que entraría directamente a las vías respiratorias, lo que podría desencadenar en una reacción alérgica pudiendo producir una shock anafiláctico.
Composición de la apitoxina
La composición del veneno de abeja, es compleja y contiene numerosas sustancias de gran actividad bioquímica; entre las que podemos citar la Histamina, Dopamina, Melitina, Apamina, entre otras; entre las enzimas se encuentra la fosfolipasa A, y la hialuronidasa.
La acción fisiológica básica de estas sustancias es la siguiente:
Histamina: Participa como vasodilatador de los vasos sanguíneos
Dopamina: Influye en papeles muy importantes en el cerebro, como en el comportamiento, la actividad motora, la motivación, la regulación de la producción de leche, el humor, el sueño, etc…
Melitina: Ejerce una acción vasomotora, antibacteriana y antifúngica
Apamina: En el veneno actúa como vasomotor, incrementando directamente la permeailidad de los vasos.
Fosfolipasa: Posee actividad bacteriana y antivirosica.
Hialuronidasa: Enzima que participa en la hidrolisis del ácido hialurónico de los tejidos
En el veneno de abeja se han encontrado hasta ocho fracciones de proteínas.
El veneno de la apis melífera, es un líquido claro, amargo, aromático, ácido con 1,13 de peso específico, seca rápido a temperatura ambiente. Es más tóxico que el veneno de avispas.
El empleo de la apitoxina en los humanos, gira en torno a los tratamientos antirreumáticos, enfermedades musculares, circulatorias, cutáneas y como método desensibilizante en personas hipersensiles a los venenos.
Sustancias como la melitina, la fosfolipasa o la apamina son las responsables de los buenos resultados en tratamientos a enfermedades anteriormente citadas.
La apitoxina ha demostrado ser un eficaz antídoto ante el envejecimiento, antiinflamatorio, cicatrizante o como vasodilatador.
La práctica de la utilización del veneno de abeja en humanos para remediar y curar dolencias como dolores musculares, reumáticos, etc… se denomina apiterapia.
La idea de este empleo del veneno de abeja como remedio a múltiples dolencias, surgió con la observación de que los apicultores frecuentemente, no padecían reuma.
Apiterapia
La práctica de la apiterapia es un tratamiento que se remonta a tiempos del Antiguo Egipto, Grecia, China, Corea o Rusia entre otras culturas, existen datos que es una práctica milenaria, aunque nunca ha sido avalada por la comunidad médica, ya en tiempos de Hipócrates y Galeno ya se hacían prácticas de apiterapia, recalcando que estas prácticas documentadas, hacen referencia en su gran parte a productos de las abejas y no al uso de la toxina.
En la apiterapia moderna, lo inició el médico austriaco Philip Terc, con un artículo al respecto en 1888.
Más recientemente en el contexto de la medicina alternativa se atribuye al médico húngaro Bodog F. Beck, quien acuñó el nombre de apiterapia en 1935.
La práctica de la apiterapia, se basa en el uso de productos elaborados y producidos por las abejas, tales como la miel, jalea real, polen, propóleos o su propio veneno, para prevenir o paliar dolencias como la artritis o la esclerosis múltiple entre otras tantas.
Existe un cierto desencuentro entre la comunidad médica y quien ejerce o recibe tratamientos de apiterapia, pues no hay una investigación oficial, que demuestre la eficacia de estos tratamientos, aunque en el polo opuesto existen miles de comentarios y resultados evidentes de mejoras en ciertas dolencias tras recibir de una forma continua y controlada el tratamiento de la apiterapia por parte de sus usuarios.
Uno de los encuentros que si han tenido las dos comunidades, la cientifíca y la de medicina alternativa, es que los productos de las abejas son ineficaces para la curación del cáncer.
Una evidencia a favor del uso de la miel, es que en tratatamientos de heridas superficiales en la piel, la miel ha sido capaz de curar, cicatrizar, contener y desinfectar la zona tratada, dando como resultados buenas cicatrizaciones en heridas que a priori, la medicina moderna no ha sido capaz de resolver aún.
La teoría que existe detrás de la apiterapia, se basa en la inflamación que estimula la respuesta del sistema inmunológico del cuerpo para proceder a la desinflamación tras recibir la picadura de la abeja.
¿Para qué sirve la apitoxina?
Principalmente el valor terapéutico de la apitoxina se debe a sus propiedades hemodiluyentes y neurotrópicas, produciendo los siguientes efectos:
-Dilata los vasos capilares, acelerando e intensificando la circulación del torrente sanguíneo
-Ejerce acción anticoagulante, disminuyendo así la posible presencia de trombos sanguíneos
-Estimula la producción de corticosteroides endógenos, al actuar sobre el sistema de la hipófisis y la corteza suprarrenal.
-Mejora el metabolismo del sistema nerviosos central y periférico, siendo capaz de eliminar la depresión delas glándulas suprarrenales.
-Es hipotensor
-Posee efecto bacteriostático
-Mejora el funcionamiento del hígado
-Cura afecciones del miocardio.
-Posee efecto anestésico local.
-Mejora la actividad del cerebro.
Posee acción inmunológica en el tratamiento de enfermedades reumáticas.
-Acelera la respiración
-Es un activo agente inmunizante.
-Aumenta la eliminación de toxinas acumuladas.
-Destruye el crecimiento bacteriano.
-En exposiciones periódicas para el tratamiento de enfermedades, no se forman anticuerpos contra este veneno, por eso, el organismo no se acostumbra al veneno y la repetición de las picaduras en el organismo cada vez son mas efectivas.
Alergia o hipersensibilidad a la apitoxina o veneno de abeja
Es muy importante saber si una persona es alérgica o no al veneno de abeja antes de iniciar un tratamiento de apiterapia.
Los principales síntomas en una persona sensible al veneno de abeja son:
-Frio
-Fiebre
-Migraña
-Vértigo
-Mucha sed
-Vómito
-Diarrea
-Hinchazón
-Pulso rápido
-Pérdida de la conciencia
Cuando una persona entra en choque anafiláctico, su rápido reconocimiento se puede diagnosticar por ver síntomas de palidez, hipotermia, sudoración intensa, pulso rápido, entre otros síntomas. Pudiendo llegar a la muerte en caso de no ser atendido rápidamente.
Se pueden contrarrestar la acción alérgica utilizando antihistamínicos.
En la mayoría de las personas, los síntomas son mas leves, dolor agudo durante dos o tres minutos, la zona donde se ha producido la picadura se enrojece y aumenta bastante la temperatura.
Homeopatía con abejas
Apis Mellifera, también denominada Apis Mellifica, es un remedio en el campo de la homeopatía, elaborado y obtenido tras la trituración y maceración de un ejemplar entero de esta especie clasificada dentro del género de los himenópteros.
Remedio homeopático Apis Mellifeca
La tintura madre de éste remedio se elabora con abejas vivas, a las que se le da muerte mediante unas gotas de alcohol.
La abeja se tritura, aguijón incluido, hasta conseguir una masa pastosa que posteriormente se macera en alcohol de 90º, durante un tiempo mínimo de dos semanas y máximo de 4 semanas.
Una vez finalizado éste tiempo, la tintura madre se diluye tantas veces como sea necesaria para alcanzar la composición deseada, pues existente diferentes proporciones de éste remedio que hacen o se utilizan en unas u otras dolencias.
Cuanto más diluido es el remedio, más efectivo será debido a la memoria del agua.
Las formulaciones más utilizadas de este remedio son:
D6 para tratar casos agudos y leves
6CH para casos agudos y mas severos
En tratamientos prolongados y procesos crónicos, las formulaciones más recomendadas pueden oscilar entre 30CH y 200CH.
Cabe hacer distinción entre dos remedios homeopáticos que se formulan con abejas, apis mellifera se realiza con la abeja entera, y el otro remedio llamado apisinum, se realiza solo con su veneno.
Todo el que ha sido víctima de una picadura de abeja conoce la molestia y el dolor que produce, es ahí donde la homeopatía se sirve de esta sintomatología para utilizar las propiedades del veneno de la abeja.
En el principio “simila similius curantur”, lo que se puede traducir como que una enfermedad debe ser tratada por una sustancia capaz de producir síntomas similares o mismos que sufre el paciente a tratar, es la base de la homeopatía. Por simplificar algo más, lo parecido cura a lo parecido, una dolencia puede ser curada mediante el remedio que es capaz de simularla artificialmente.
Se emplea en procesos de dolores agudos, inflamatorios, particularmente en las mucosas y piel.
Es un remedio o tratamiento de rescate utilizado para distintos cuadros inflamatorios, ya sean reacciones alérgicas, virales entre otros.
El propósito del uso de Apis, es resolver conflictos inflamatorios mayoritariamente en estados agudos, tanto de naturaleza física como psíquica. Como hemos dicho anteriormente, se considera un rescate, un complemento para distintos trastornos, en los que la reacción inflamatoria lleva a una respuesta aguda e intensa.
¿En qué casos se utiliza Apis Mellifera?
Este remedio se tiene en cuenta para remediar como medicina alternativa, casos de infamación periodontal, artrosis, artritis, varices, asma y tendinitis.
Podríamos diferenciar diferentes cuadros:
-Heridas dela piel mal cicatrizadas.
-Inflamación de la piel y mucosas: erisipela, urticaria, forúnculos.
-Trastornos urinarios, anuria, disuria, trastornos prostáticos o uretrales.
-Casos de dismenorrea con dolores ováricos.
-En meningitis e irritaciones meníngeas.
-Edemas de pulmón, cerebral, glotis, cardiáco, etc…
-En diferentes cuadros alérgicos que presentan sensaciones de picadura y quemadura, que se alivian con el tiempo frio.
-Casos de insolación o exposición prolongada a los rayos solares.
Emociones de Apis Mellifera
En homeopatía es importante tener en cuenta el nivel y estado emocional del paciente.
Apis Mellifera tiene tendencia a llorar a consecuencia de su estado de tristeza, proveniente de una acumulación de pensamientos torturantes hacia sí mismo que lo desvelan día y noche.
Tiene sentimiento de haber perdido la alegría de vivir, nada lo contenta.
Sufre irritabilidad muy intensa, agravándose por los celos, motivo provocado por sus pensamientos obsesivos.
Es un remedio muy efectivo ante trastornos psíquicos o físicos, consecuentes de susto, humillación, celos o recibir alguna mala noticia.
Sus dolencias se agravan por aspectos como el calor en todas sus formas, le resulta insoportable todo lo que esté caliente, ya sea agua, ropa, estancias calefactadas, la exposición al sol. Tiene sed cuando está enfermo. Muestra un incremento de sus síntomas después del sueño y por las tardes, entre las 16 y 18 horas.
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